La central hidroeléctrica de Itaipú es uno de los pilares fundamentales de la economía paraguaya. Su impacto se extiende desde la generación de energía eléctrica hasta la financiación de proyectos de desarrollo, afectando múltiples sectores e impulsando un cambio profundo en la calidad de vida del país.
Itaipú: Historia y relevancia para Paraguay
La gestación de la represa hidroeléctrica de Itaipú se remonta a una época marcada por el interés compartido de Paraguay y Brasil en aprovechar su frontera común: el río Paraná. Durante la década de 1960, ambos países buscaban impulsar sus economías, y el acceso a energía fiable era una prioridad estratégica. Tras varios años de negociaciones, en 1973 se firmó el Tratado de Itaipú, sentando las bases para la cooperación y el desarrollo conjunto de una megaobra que cambiaría la historia regional.
Construida en un periodo que va desde 1975 hasta 1984, la central hidroeléctrica de Itaipú se posicionó rápidamente como una de las mayores del planeta en términos de capacidad instalada. Actualmente, su potencia nominal alcanza los 14.000 megavatios, gracias a 20 unidades generadoras, cifra suficiente para cubrir las necesidades energéticas de gran parte de Paraguay y una porción significativa de Brasil.
El impacto de Itaipú en la economía paraguaya fue transformador desde sus primeros años de operación. Mediante el acuerdo binacional, se aseguran derechos sobre la mitad de toda la energía generada, condición que resultó inédita en la historia del país. Antes de Itaipú, Paraguay dependía casi exclusivamente de fuentes energéticas tradicionales, muchas veces importadas, lo que condicionaba su desarrollo y capacidad de negociación internacional.
La puesta en marcha de la represa no solo incrementó la autonomía energética, también permitió un abaratamiento de los costos de suministro y la llegada de inversiones en infraestructura social. Mejoró el acceso a la electricidad tanto en áreas urbanas como rurales, elevando la calidad de vida en vastas zonas del país. Asimismo, la magnitud del proyecto impulsó la proyección internacional de Paraguay, dado su papel clave en la seguridad energética regional y la interrelación comercial con su vecino más grande, Brasil. Itaipú, al unir necesidades y recursos, se consolidó como símbolo de integración y motor de cambios estructurales en Paraguay.
Generación de energía e ingresos nacionales
El papel estratégico de Itaipú en el desarrollo económico de Paraguay no se entiende solo por su brillante génesis o la magnitud física de la represa. Su funcionamiento ha influido de manera directa en la transformación estructural de la economía paraguaya desde la década de 1980. Cuando la central comenzó a operar, Paraguay experimentaba una economía basada principalmente en el sector agrícola, con limitada industrialización y bajo acceso a fuentes seguras de energía.
El modelo de acuerdo entre Paraguay y Brasil permitió a Paraguay acceder a una gigantesca capacidad energética, incluso superior a las necesidades internas del país. Este nuevo contexto habilitó una serie de oportunidades inéditas: la energía barata y abundante sirvió como incentivo para la inversión nacional y extranjera, dinamizó la industrialización e impulsó el surgimiento de nuevas cadenas productivas. Al contar con seguridad energética prácticamente garantizada, el país pudo diversificar su economía, reducir costos para el sector privado e incrementar los ingresos estatales a través de la venta de excedentes energéticos a Brasil.
Además, la magnitud de Itaipú es impresionante, siendo durante años la mayor central hidroeléctrica del mundo en generación de energía, con una potencia instalada de 14.000 MW. La energía hidroeléctrica representa un caso de estudio clave para entender los efectos de la inversión en el crecimiento económico y la integración binacional.
En términos geopolíticos, Itaipú ha significado un punto de inflexión en la relación Paraguay-Brasil, otorgando a Paraguay una voz más relevante en la región y la posibilidad de negociar condiciones beneficiosas para su economía, garantías de soberanía sobre uno de sus recursos estratégicos y capacidad real de incidir en la agenda energética regional.
La construcción y operación de la central sentó las bases para políticas de desarrollo más inclusivas, permitiendo que el aprovechamiento de estos recursos se traduzca en mejoras tangibles en la calidad de vida, hecho que continúa evolucionando con el tiempo y que será explorado en el siguiente capítulo.
Impacto social y desarrollo sustentable
El surgimiento de la central hidroeléctrica de Itaipú respondió a la necesidad de aprovechar los recursos hídricos del río Paraná, frontera natural entre Paraguay y Brasil. Durante la década de 1960, ambos países compartían intereses estratégicos en la integración eléctrica, dado el rápido crecimiento demográfico y el desarrollo industrial de la región. En 1973, se concretó el Tratado de Itaipú, acuerdo binacional que permitió la construcción del complejo hidroeléctrico. La obra fue un desafío de ingeniería monumental: para su finalización, participaron decenas de miles de trabajadores y se excavaron millones de metros cúbicos de tierra, lo que la convirtió en una de las represas más grandes del planeta.
Itaipú inició operaciones en 1984. Su capacidad instalada alcanza los 14.000 megavatios y su generación anual supera los 90.000 gigavatios-hora en años óptimos. Esto elevó considerablemente la oferta disponible de energía en Paraguay, que pasó de tener limitaciones crónicas de abastecimiento a convertirse en uno de los mayores productores y exportadores mundiales de electricidad.
El acuerdo con Brasil estipuló el reparto equitativo de la producción eléctrica, estableciendo también la posibilidad de que cada país comercializara los sobrantes no utilizados. Este aspecto, además del impacto económico, tuvo implicancias políticas: permitió a Paraguay aumentar su autonomía, tanto energética como financiera, y reducir la histórica dependencia de importaciones energéticas.
El efecto en la calidad de vida fue inmediato, ya que la electrificación rural y urbana se aceleró, posibilitando nuevas actividades industriales. Además, la construcción y el funcionamiento de Itaipú consolidaron la posición geopolítica de Paraguay en la región, impulsando el desarrollo de infraestructuras y fomentando relaciones internacionales más equilibradas. Para comprender más sobre cómo estas decisiones influyeron en el desarrollo de los sistemas económicos, es útil revisar recursos como los diferentes tipos de sistemas económicos, contextualizando la transformación de Paraguay a raíz de este megaproyecto.
Para visualizar el impacto monumental de la represa y su escala sin precedentes, puedes consultar la siguiente infografía generada con DallE3:

Desafíos y oportunidades a futuro para Paraguay
A mediados del siglo XX, Paraguay y Brasil compartían un desafío: aprovechar el potencial del río Paraná en la frontera común. La firma del Tratado de Itaipú en 1973 respondió a ese reto, propiciando la creación de la mayor central hidroeléctrica de la época. Itaipú surge del entendimiento binacional, resultado de un complejo contexto regional marcado por la necesidad de fortalecer la energía y equilibrar el poder en Sudamérica.
La construcción de la represa, iniciada en 1974, fue una de las obras de ingeniería más ambiciosas de su tiempo. Entre 1975 y 1982, más de 40 mil trabajadores participaron en el colosal proyecto cuya presa alcanza 7.919 metros de longitud y cuyo embalse cubre 1.350 km². Cuando se inauguró en 1984, Itaipú se transformó inmediatamente en el eje del abastecimiento energético paraguayo y en un modelo de cooperación internacional que redefinió la seguridad y soberanía energética del país.
El desarrollo de Itaipú modificó el panorama energético de Paraguay. Antes, dependía de fuentes fósiles importadas y recursos limitados. Con la entrada en operación de la central, Paraguay accedió a energía limpia, abundante y económica, pudiendo incluso exportar el excedente a Brasil, generando ingresos esenciales para el Estado. Este flujo de divisas ayudó a sentar las bases del crecimiento económico y fomentó mayor autonomía en las políticas públicas, aspectos clave en cualquier proceso de desarrollo económico.
La importancia geopolítica de Itaipú radica en su capacidad de influir en el equilibrio de poder energético regional. No solo consolidó la relación entre Paraguay y Brasil, sino que elevó el perfil internacional de ambos países en energía renovable, incrementando su peso en bloques regionales y favoreciendo negociaciones multilaterales futuras.
Conclusiones
Itaipú representa una de las infraestructuras más relevantes para Paraguay y su gente. Desde el suministro de energía hasta el financiamiento del desarrollo, su incidencia es transversal. Fortalece tus conocimientos en Economía y accede a soluciones prácticas explorando nuestros cursos en línea y recursos didácticos en Introducción a la Economía.

