La pandemia de COVID-19 dejó huellas profundas en la economía peruana. Con sectores productivos afectados, desafíos sociales intensificados y cambios acelerados hacia la digitalización, entender estos efectos es clave para buscar soluciones y aprovechar los recursos formativos que Introducción a la Economía ofrece a estudiantes y curiosos en el tema.
Caída del PBI y sectores más impactados
Durante 2020, el Producto Bruto Interno (PBI) del Perú experimentó una contracción histórica de aproximadamente -11,1%, según cifras oficiales del INEI. Esta caída fue la más pronunciada en los registros contemporáneos del país, causada por los efectos directos e inmediatos de la paralización de actividades económicas para frenar la propagación de la COVID-19. Los sectores más impactados reflejaron la heterogeneidad de la estructura económica peruana.
El turismo fue prácticamente paralizado por el cierre de fronteras y limitaciones de movilidad, provocando pérdidas calculadas en más de 5 000 millones de dólares y la desaparición masiva de empleos en hostelería, agencias, transporte y actividades relacionadas. El segmento de servicios, que abarca comercio, restaurantes y actividades culturales, soportó una reducción de más del 15% en su valor añadido. La construcción, sector clave en la generación de empleo, vio un desplome de casi 14,6% en su actividad, afectando tanto obras privadas como públicas. Incluso la minería —tradicional baluarte económico del Perú— experimentó una caída significativa, ya que la producción de cobre, oro y zinc se redujo por restricciones laborales y logísticas.
El mercado laboral reflejó con nitidez el agudo golpe a la economía nacional. El empleo formal retrocedió a niveles no vistos en más de una década, mientras el empleo informal se incrementó por la necesidad de subsistencia, especialmente entre los sectores urbanos vulnerables. La recuperación ha sido desigual y lenta, revelando los desafíos que aún persisten.
Para comprender el alcance de estos fenómenos es fundamental revisar conceptos como la medición del PIB, el funcionamiento de los mercados y la interacción sectorial, que pueden estudiarse en recursos educativos como este artículo sobre el PIB y su significado para la economía peruana. Gracias a enfoques didácticos, es posible analizar no solo los resultados, sino las causas y dinámicas subyacentes que provocan estos impactos diferenciados por sector y tipo de empleo.
Impacto en el bienestar social y la desigualdad
El impacto de la pandemia en el mercado laboral peruano fue tan grave como la abrupta caída del PBI, mostrando una contracción inédita en el empleo y en la formalidad laboral. Según el INEI, durante el segundo trimestre de 2020 el empleo en Lima Metropolitana se redujo en un 55,1% respecto al mismo periodo del año anterior, con una pérdida aproximada de 2,7 millones de puestos de trabajo. El sector servicios fue uno de los más golpeados, ya que la imposibilidad de operar presencialmente afectó a miles de pequeñas empresas, especialmente en educación, restaurantes, comercio minorista y transporte.
El turismo experimentó una parálisis casi total, poniendo en riesgo el sustento de cientos de miles de familias vinculadas a agencias de viaje, hoteles y guías, y mostrando la fragilidad de una actividad que representa cerca del 4% del PBI nacional. En construcción, las restricciones detuvieron tanto obras públicas como privadas, provocando una abrupta reducción de la demanda de mano de obra no calificada. En minería, la caída de la demanda externa y las dificultades logísticas redujeron la producción, aunque a un menor ritmo que en otros sectores.
La informalidad se intensificó: en 2020, casi el 76% de la población ocupada en Perú tenía empleos informales, volviendo a cifras de una década atrás. Millones de peruanos sin redes de protección social debieron migrar hacia trabajos precarios para sobrevivir. Comprender estas dinámicas requiere apoyarse en recursos didácticos, como el artículo cómo funciona el mercado perfectamente competitivo, que ayuda a explicar por qué ciertos sectores ajustan el empleo con tanta rapidez ante shocks abruptos de demanda. Analizar la interacción entre informalidad, empleo y crisis es fundamental para diseñar políticas públicas efectivas, tema que se desarrollará en el siguiente capítulo.
Respuestas del Estado y políticas económicas
Durante el año 2020, el Perú experimentó una de las caídas más abruptas de su Producto Bruto Interno (PBI) en las últimas décadas. De acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), el PBI real se contrajo alrededor de un 11,1%. Esta cifra fue la mayor caída registrada desde 1989 y expuso vulnerabilidades estructurales profundas en la economía nacional.
Entre los sectores más golpeados destacó el turismo, cuya actividad disminuyó en más de 50% debido a cierres de fronteras y restricciones sanitarias, según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. El sector servicios, que representa aproximadamente el 60% del empleo urbano, también se desplomó por el cierre masivo de comercios, restaurantes y actividades recreativas. La construcción suspendió obras por varios meses, con una contracción sectorial mayor al 13%, impactando tanto en empleo como en demanda de materiales.
La minería, principal motor de exportación peruana, padeció una reducción cercana al 13% en su producción por restricciones logísticas y menor demanda internacional. Estas caídas sectoriales afectaron gravemente el empleo formal, que según cifras del INEI disminuyó más del 20% solo en Lima Metropolitana durante los primeros meses de confinamiento. El deterioro fue aún más crudo en el empleo informal, que ya superaba el 70% antes de la pandemia y se profundizó por el fracaso de muchas pequeñas unidades productivas en adaptarse o sostener sus actividades.
*Comprender la magnitud de estos cambios exige revisar conceptos fundamentales como los que explica* cómo se calcula el PBI y qué nos dice sobre la economía. *El análisis de la oferta y la demanda agregada, los efectos multiplicadores de la inversión y los ciclos económicos ofrecen claves para descifrar las complejidades detrás de una crisis de tal envergadura, diferenciándose así de las implicancias distributivas y sociales del capítulo anterior, y preparando el terreno para la reflexión sobre adaptación y digitalización en el próximo capítulo.*
Digitalización, adaptación y perspectivas de recuperación
La pandemia originó uno de los descensos más drásticos en el PBI peruano en décadas. En 2020, el PBI cayó alrededor del 11.1% según cifras oficiales, lo que representa una contracción histórica que superó ampliamente anteriores crisis nacionales. Esta caída estuvo impulsada principalmente por la parálisis en sectores clave, afectando directamente los motores del crecimiento nacional.
El turismo fue el más golpeado: la llegada de visitantes internacionales se desplomó más del 70% y los ingresos por actividades turísticas sufrieron un colapso, afectando a agencias, hoteles, y servicios conexos. En la construcción, miles de proyectos y obras públicas quedaron detenidas por las restricciones sanitarias, lo que redujo su aporte al PBI en aproximadamente 13%. El sector de servicios, en especial restaurantes, transporte y comercio minorista, enfrentó cierres masivos o reducciones severas de aforo, provocando pérdidas financieras difíciles de recuperar. Incluso la minería, base de exportaciones peruanas, sufrió caídas en producción y retrasos en inversiones por disrupciones logísticas.
El impacto en el empleo fue igualmente severo. Según el INEI, solo en 2020 se perdieron unos 2.4 millones de empleos, afectando tanto al sector formal como informal. Los trabajadores informales, que conforman más del 70% de la fuerza laboral, resultaron especialmente vulnerables por la falta de protección social que caracteriza a este segmento. La precarización y el subempleo se incrementaron, acentuando antiguos problemas estructurales.
Comprender estos efectos exige recurrir a fundamentos macroeconómicos, en especial cómo se mide y analiza el PBI. Para profundizar, puedes revisar cómo se calcula el PIB y qué nos dice sobre la economía, lo cual aclara las dinámicas detrás de las cifras y las interrelaciones sectoriales en tiempos de crisis.

Conclusiones
La pandemia trastocó de manera profunda la economía peruana, evidenciando retos y oportunidades para el país. Adoptar una visión informada sobre los cambios macro y microeconómicos permite afrontar los desafíos de recuperación con mejores herramientas. Capacitarse y comprender la economía, como propone Introducción a la Economía, es vital para participar activamente en este proceso.

